dilluns, 19 de febrer del 2018

1924 - 2018. El puente de los Ingleses

Hoy empieza a demolerse uno de los últimos vestigios de la modernidad del Burgos del siglo XX. Quiso hacerse una vía férrea desde Santander hasta el Mediterráneo y pasaba por aquí. Tampoco, como tantos otros intentos técnicos progresistas, llegó a realizarse.

En diagonal, del NE al S, el trazado del Santander-Mediterráneo. El puente de los Ingleses cruza el río Arlanzón, cerca del ángulo NE. (Fragmento de fotografía aérea del "vuelo americano" de 1957).


Maximino Renuncio había trabajado en la construcción del puente de hierro. Renuncio fue un mecánico eficiente y singular que trabajó después en las Manufacturas Textiles R. Camps, emplazadas en la calle de San Isidro, entre los años 1947 y 1973 (debió de jubilarse antes). Allí le conocí yo. Él decía que "iba con el Siglo" (el pasado, se entiende). Había nacido en el año 1900. También decía que, si de repente, todos los roblones que él había colocado en el puente de los Ingleses, fallasen, la estructura se iría abajo sin remisión. Y razón tendría.

Más adelante, cuando se inauguró solemnemente el monumento al Cid Campeador, se quejó (en petit comité) de que el ayuntamiento no hubiese sido un poco más generoso con el héroe local: "-Vaya mierda de espada le han puesto. Negra desde el primer día. Por cuatro jodidas perras se la hubieran podido poner de acero inoxidable."

Hace mucho que no sé nada de él. Cada día queda menos gente a quien preguntarle. Del puente de los Ingleses, dentro de cuatro días, tampoco nadie sabrá decir nada.